Breve historia del Centro Cultural Extremeño de San Sebastián
Si buscamos información acerca de la población extremeña leeremos cosas como ésta: «Extremadura perdió alrededor de 250.000 habitantes entre mediados de los años sesenta y principio de los ochenta del siglo XX».
Pues bien, parte de esos extremeños que emigraron se fueron a distintos países de Europa, pero otros se quedaron en Madrid, Cataluña o el País Vasco.
En el País Vasco los extremeños compartieron experiencias, nostalgias y más sentimientos con personas que habían venido de otras zonas, de lo que hoy llamamos otras Comunidades Autónomas; ello propició que en los años setenta surgieran agrupaciones que, formadas por jóvenes de distintos orígenes, reivindicaban una vuelta digna, con un puesto de trabajo, a sus pueblos.
En este movimiento que era asambleario, poco a poco, los extremeños se fueron agrupando y formando comisiones, que iban a los pueblos cercanos a convocar reuniones para informar a sus paisanos de lo que se hacía. Uno de los primeros pueblos en tener una comisión muy activa fue Hernani y quienes la formaban dieron charlas en los pueblos de alrededor como Rentería, Irún, etc., y por supuesto en San Sebastián que se convirtió en el punto de encuentro de todos y en el lugar elegido para la creación de un centro cultural y extremeño.
Tras muchos trabajos y peripecias que ahora no vamos a narrar, conseguimos el primer local, en la calle Carquizano de San Sebastián, un sótano cuyo aspecto habría quitado las ganas de cualquier cosa si no hubiéramos sido todos muy jóvenes y dispuestos.
Dicho local enseguida se quedó pequeño y algunos de los que en él habían trabajado abandonaron el centro, por diversos motivos. Quienes se quedaron y los nuevos que llegaron son quienes tienen el mérito de haber seguido con la idea y haber conseguido el estupendo local que ahora ocupa el Centro Cultural Extremeño de Donostia San Sebastián en el Paseo Zarategi de Intxaurrondo.